miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cortarse las venas, la ÚNICA solución COBARDE.

Oportunas preguntas complejas para una sola respuesta obvia


"Las preguntas descubren la amplitud del ingenio, y las respuestas sólo su agudeza"
"Siempre la hermosa respuesta que plantea una pregunta aún más hermosa".
Saber preguntar para saber responder.
"Hay más respuestas en el cielo que preguntas en los labios de los hombres".


¿Cómo se alcanza la felicidad?
¿Qué me permitiría lograr lo que aprecio?
¿Por qué unos son afortunados y otros desdichados?
¿Cuál es la causa para que sólo algunos se realicen vital y profesionalmente?
¿Existe un camino viable que conduce a la perfección individual y social?
¿Puede ser gratificante el trayecto para lograr todo lo que deseo?
¿Dónde reside el secreto de aprender y aportar?
¿Qué me hace sentirme dichoso en mi vida ahora?
¿Cómo puedo disfrutar en mi compromiso con los demás?
¿Con qué me sentiría orgulloso de mi contribución a la sociedad?
¿De qué modo puedo amar y ayudar más cada día?
¿Qué remedio podría resolver todos los problemas de la humanidad?


Tantas trascendentales cuestiones tiene una respuesta única y simple: la educación. ¿Por qué nos cuesta tanto a todos adivinarla? Acaso porque ninguna pregunta es más difícil que aquélla cuya solución es obvia. Un proverbio asegura que "Aquel que se hace las preguntas, no puede evitar las respuestas". Quizá esta reflexión sirva a las jóvenes generaciones, las de nuestros hijos que no saben adónde van... probablemente siguiendo nuestro mismo camino.

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